Soy psicóloga.
Antes de llegar al coaching recorrí un camino bastante largo.
Y no se remonta a estudiar mi carrera, sino mucho antes
¿Alguna vez has sentido que tienes cierta característica y te dicen que tienes que cambiarla, pero extrañamente a ti te gusta?
Mi historia trata de una búsqueda, frustraciones, alegrías y si, también romance, pero quizá de ése te hable con un café, o en mi newsletter.
Cuando pequeña no era muy exitosa socialmente, todo lo contrario. Para mí la adolescencia fue algo así como cruzar el valle de lágrimas con un letrero luminiscente encima.
Fue tan traumático que entré a estudiar psicología con el plan de dedicarme a la educación y darle apoyo a adolescentes inadaptados como los que yo fui, y eso hice, por 10 años.
Recibí mucho amor en esa época de psicóloga Educacional pero no fue suficiente para quedarme haciendo eso toda mi vida.
¿Por qué? ¿Que no era ése el final feliz?
No
Mis muchachos me querían, mejoraban su autoestima, algunos hasta su conducta y notas (que era lo que le interesaba a los adultos) pero aún así me despidieron.
¿Te acuerdas de que al principio te escribí que tengo una característica que me dicen que cambie y no quiero?
Aquí una foto de mi informe de jardín infantil, con 3 años, a ver si pillas a qué me refiero.
A mis jefes sobretodo no les gustaba.
Dice: «Ha logrado poco a poco una capacidad de atención más larga en sus trabajos, pero los realiza según sus deseos y no las instrucciones dadas«
Suscríbete a mi lista de correo para que recorras este camino en compañía de mis consejos, historias y reflexiones, probablemente no estemos de acuerdo en todo pero te hará pensar nuevos ángulos.
Me encanta ser el abogado del diablo.
Y te juro por mi colección de libros que intenté esconderlo.
Especialmente en mi trabajo
Detrás de esa irritante capacidad de llevar la contraria está el talento de visualizar algo desde distintos ángulos, sin comprometerme con ninguno hasta dar con lo que sirve para mis objetivos.
Para algunos, esto es una pesadilla, pero para otros, sacarlos de su complacencia ha sido el empujón necesario a mejorar.
Sentía que quería usar esta capacidad, y el colegio no era el lugar.
Es demasiado rígido y no quería comenzar la odisea para transformar el mundo.
Intenté ser psicóloga clínica
Pero no tengo la paciencia
En ese espacio hay momentos para confrontar y la mayoría del tiempo hay que contener.
Me gusta contener, pero adoro la adrenalina de mostrar otros puntos de vista
Y llegué al coaching
Cuando comenzaron las clases, por ahí por el 2014, sonaron trompetas y pensé: “esto es”
Tan ágil, al “hueso” y de un impacto monstruoso
Directo a líderes, a quienes toman decisiones
Un quiebre grande vino en 2017.
Fui mamá con un despido a cuestas.
Hice crisis, perdí el rumbo profesional y me dio miedo.
Me cuesta resumir lo que fue, basta con que sepas que fue doloroso y le tomé aversión a las frases floreadas como “sal de tu zona de confort” y “mantén una actitud positiva”.
Cuando ya había desarrollado mi propio cuaderno de “frases que jamás hay que decir a quien viva una crisis” vino la pandemia
Me vi como la mayoría: con temor, hastío y extrañando la escolaridad de mi hijo.
En medio de este apocalipsis en pijama tuve una hija pandemial.
Otra revolución.
Y probé otra vez a ser psicóloga, me daba seguridad.
Un día decidí que no me perdonaría a mí misma si no apostaba todo lo que tengo a ser Coach, no puedo serlo a medias porque un trabajo estable, más mi familia lo hacía imposible.
Pero no sabía como “jugármela”, venían oportunidades del círculo cercano; conocidos, amigos y no terminaba de dar el salto
Tuve que cambiar mi mentalidad, otra vez
Y aprendí marketing, aún estoy en ésto.
A marzo de 2023 asisto a clases online en una escuela de márketing Española
No sólo tuve que aprender a venderme, reestructuré valores y creencias que no sabía que tenía.
Así que en mi newsletter comparto todo lo que ha aprendido y los golpes que me he dado: psicología, aprendizaje, coaching, liderazgo, mentalidad (mindset me da más pelo), márketing.
Si lees mi historia notarás que han habido crisis, para mí superar las crisis no es más que aceptar el miedo y avanzar con él.
Por eso me enfoco en la inteligencia emocional, sé que la habilidad de gestionar las emociones es lo que nos permite avanzar con miedo, sobreponernos a un fracaso, aprender más y hacer crecer la voluntad de avanzar.
Además, es la habilidad que nos permite influir, persuadir y finalmente, liderar.
Hoy pongo todo esto a tu disposición.
Por si acaso no lo has hecho antes